A menudo, deberíamos detenernos, y mirando alrededor antes de proseguir preguntarnos: ¿Qué hacemos aquí?, ¿Para qué hemos venido?, ¿Hacia donde vamos?. En términos de tiempo debemos reconocer el presente, al cual hemos llegado a través de un pasado, y en consecuencia elegir el camino más adecuado para alcanzar el futuro.
El trabajo que se presenta se basa en dicha premisa. Sin perder el objetivo técnico de la presentación, pasa revista al concepto de los circuitos de moler precedentes y actuales, para delinear con seguridad los circuitos futuros.
Hace tan sólo pocas décadas, los circuitos de moler eran bien abiertos, sin clasificación, o bien en caso de ser cerrados, mediante clasificadores mecánicos de rastrillo o tornillo.
El aumento de la capacidad de las plantas obligó a la instalación de circuitos con varias líneas idénticas, (hasta 15), constituidas por molinos de pequeño tamaño y clasificadores mecánicos; lo mismo sucedía en los circuitos de flotación.
La caída de los precios de los metales condujo a diseños de circuitos de gran capacidad de menores costes, llegando así a molinos de bolas de hasta 6 m de diámetro, donde los clasificadores perdieron definitivamente su batalla frente a los hidrociclones, que además debieron instalarse en grupos para alcanzar las capacidades requeridas.
Se reducía así el espacio necesario, lo que suponía un considerable ahorro, y a veces la única posibilidad de ampliación, debido a la escasez de espacio "económico", allá donde las plantas se ubicaban. Las moliendas autógena y semiautógena, representan el último avance hacia el gigantismo, con molinos de hasta 12 m de diámetro y bombas de 6.000 m3/h.
Lamentablemente los hidrociclones, condicionados por el tamaño de partícula no pueden seguir la misma carrera, a menos que se acepte la pérdida de eficiencia en los procesos posteriores, en el supuesto de que éstos sean convencionales.
Posiblemente estamos a las puertas de una nueva era, donde la molienda, proceso ineficiente en términos energéticos, donde los haya, pase a un plano secundaria y la hidrometalurgia con la colaboración desinteresada de diminutos seres, las bacterias, transforme la minería en un proceso eficiente y limpio; estamos entrando en la BioMinería.